Todo.
Me besas y bailo sobre la punta del alfiler que cose despacito tu alma a la mía, Y cada puntada me hace daño, pero cariño, así es el amor. Riegas mis ganas de pecar con tu sonrisa cada día, bailas sobre la luna cuando no está llena, y siento en mis pies la ingravidez. Me quitas los cigarros de la boca y en vez de humo, espiro vaho, porque mi aliento tiene el poder de convertir en lienzos todos los vidrios que te reflejen, y pinto en ellos con la yema de los dedos. Dejas las copas en la barra cuando en vez de beberlas a ellas, prefieres beberme a mí, y todavía hoy no entiendes por qué te quiero. Te quiero, amor mío, porque me rozas y se me eriza la piel, porque se me queda tu olor soldada a ella, y así te llevo a todas partes. Porque no hay ninguna rosa que no se parezca a ti en sus espinas, y en su ingrato olor que trata de superarte, pero juro que no lo consigue. Y el Sol te tiene envidia, y no hay día que no se vaya humillado por un lado d...