Delante
Te tengo delante y me sonríes. Está todo en calma. Me estás
mirando con cariño, sin moverte, como quien mira con orgullo de padre, como
quien observa desde la vitrina aquello que tanto quiere y no puede tocar, obra
de arte, o zapato de cristal, que más me da…
Yo no avanzo ni tengo
vida en aquel instante, si me miras se detiene todo lo demás, simplemente, deja
de importar, y yo que no sé parar el tiempo de otra forma, no sé negarme, una
vez más, al brillo de tus ojos, a aquella fuerza sobrenatural.
No recuerdo el nombre de esta ciudad, ni siquiera el mío propio,
pero no he olvidado, dónde he de rascar, para que salga afuera, la angustia del
pasado que devora.
Juraría que escondes también tú, en vasijas de barro, la
pena de Sintra; que guardas, bajo montones de inviernos, la ristra de besos que
te di en la capital.
Y hace ya tiempo que dejaste de ser corpóreo, que te veo y
no te alcanzo, que sonríes y no besas. Hace ya tiempo que te encuentro en la
cara del cajero, en la voz de aquellos hombres, en el desnudo y en todo lo
demás. Que te busco y no te encuentro, que te veo si no quiero, que llueve y no
me mojo, que sonrío y aún te pienso.
Que arrastro los recuerdos por el suelo, que los lleno de
polvo y me prometo no volverlos a mirar. Hago grandes mis heridas con las
manos, que alimento mis demonios y los llamo como a ti.
Que te tengo delante y me sonríes. Que está todo en calma, que
me miras con cariño y sin moverte, y de repente, ya no estás.
Me ha gustado mucho..!
ResponderEliminarMe alegro muchísimo Juan José!
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