En esto del amor

Un tsunami o maremoto, según la DRAE, es una agitación violenta de las aguas del mar a consecuencia de una sacudida del fondo, que a veces se propaga hasta las costas dando lugar a inundaciones, pero un tsunami es mucho más que eso. Un tsunami no es una ola gigante; un tsunami es lo arranca de cuajo miles de vidas y desestructura otras miles. Lo que hace que se pierdan hogares, se pierdan familias y se pierdan esperanzas. Un tsunami es la furia de la naturaleza, es la clara prueba de superioridad de esta. Un tsunami, se lleva la vida y trae muerte, desgracias. Un tsunami lo destroza todo, pero es inevitable, y antes de que la ola llegue, antes de que se pierda todo, ves como el agua, antes de la ola, se retira varios kilómetros de la playa, y ahora yo soy como esa playa que esta sin agua, y tú eres como un tsunami que está volviendo otra vez a mi vida, y a mí no me queda otra que esperar, esperar a que vengas de nuevo y lo arrases todo, como hiciste hace tiempo. Porque esto es así, esto va de tsunamis, de destrozos, de invasiones agresivas que llegan a tu vida sin avisar, una y otra vez, y te arrasan, te destruyen ante tu atenta mirada, sin preguntarte qué tal te viene, cómo estás, sin importar en absoluto lo que hayas tratado de reconstruir desde la última vez, y sin darle ninguna importancia a lo que vaya a destruir esta.
Esto no se mide en tiempo, ni se construye ladrillo a ladrillo, ni poco a poco, esto llega de golpe a tu vida, sin llamar primero. Es cómo el visitante inoportuno que entra en tu casa aunque tengas las puertas cerradas, la llave echada y las persianas bajadas, sin importarle si duermes o si no, y te pilla por sorpresa, en la ducha o en la cama, y con las habitaciones repletas, o vacías, pero te pilla, y le da igual todo, y tú no sabes cuánto se va a quedar, sólo sabes que aunque esperases su visita, no estás preparada, y que por mucho que te niegues a que entre ya lo ha hecho, no sabes cómo, pero estaba dentro. Porque en esto del amor no hay reglas, ni organizaciones mundiales que te manden ayuda, que denuncien al amor, que maleducado, caprichoso, prepotente e insolente entra en tus territorios secretos, dónde está prohibido el paso, y viola todas tus leyes y al final, todo acaba en fluidos, en lágrimas o en saliva, y puestos a elegir, mejor saliva.

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